diumenge, 8 de febrer del 2009

12 aerogeneradores de 5MW van a ser instalados en mar alemán

Alemania se lanza al mar a partir de este año, para instalar su primer parque eólico. Costará de 12 aerogeneradores, que serán capaces de generar 60 MW de potencia (lo suficiente para prestar servicio a 60.000 hogares) y se ubicará a 45 kilómetros de la isla de Borkum.

Estas máquinas, las primeras diseñadas específicamente para resistir las duras condiciones del mar, han sido desarrolladas en Alemania por la compañía francesa Areva. Las turbinas incorporan un nuevo sistema resistente al agua y un diseño muy simple y ligero.

trabajadores-instalando-un-aerogenerador

Según sus creadores, esta nueva tecnología requiere menos visitas de mantenimiento y son más baratas y sencillas de instalar. Otra de sus características es su tamaño. Las turbinas son las más grandes hasta la fecha, alzarán 90 metros sobre la superficie del mar y sus palas tendrán 120 metros de diámetro. Cada una de ellas tiene una potencia de 5 MW.

Las doce turbinas serán proporcionadas por Repower y por la propia Areva. Serán erigidas en forma de entramado con una separación de 800 metros entre ellas, lo cual quiere decir que la instalación se extenderá por un área de 4 kilómetros cuadrados.

Las ventajas de este tipo de centrales eólicas son claras. En concreto, la planeada por Alemania no será visible desde la costa. Además, debido a la fuerza y consistencia del viento en el mar, sus turbinas generarán más energía.

El tipo de turbinas que se van a instalar en este proyecto están especialmente diseñadas para funcionar en el mar. Lo normal hasta ahora era usar la misma tecnología empleada en las turbinas “terrestres” también para los parques levantados en alta mar y normalmente son relativamente pesadas y costosas de instalar y mantener. El diseño de Areva soluciona parte de estos problemas simplificando su fabricación, sobre todo el generador eléctrico situado detrás de la palas.

Por otro lado, las palas están reforzadas con fibra de carbono para hacerlas lo más ligeras y resistentes posible. Todos los mecanismos necesarios para cambiar su posición en función del viento están tapados para prevenir daños. La turbina, que contiene el generador, entre otras cosas, también está herméticamente sellada contra el viento.

Según Areva, la fiabilidad ha sido la principal prioridad a la hora de plantear el diseño. De hecho, todos los sensores y los sistemas de gestión que son críticos para el funcionamiento de la turbina se han instalado por duplicado. De esta manera, se evita que el sistema deje de funcionar en caso de que falle uno de esos componentes.

Pero no es todo tan sencillo. La profundidad del mar donde van a ser instaladas es de entre 30 y 40 metros. Las turbinas tienen que ser ancladas al lecho marino con postes de acero. Otras instalaciones que ya funcionan en Escocia o Dinamarca no alcanzan tanta profundidad.

En este caso, el mantenimiento tampoco va ser precisamente barato. La industria estima que el mantenimiento de estas infraestructuras supone entre un 20 y un 30% de su coste total. Además, las turbinas tienen que ser construidas para soportar rachas de viento de 160 kilómetros por hora y olas de 15 metros de altura. La sal es otro problema. Según el fabricante danés Vestas, la corrosión es el mayor problema al que se enfrenta una turbina marina.

Fuente: tendencias21

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